Son muy ricas en vitaminas e indispensables para una dieta sana y equilibrada
Debido a sus numerosos beneficios para la salud es imprescindible consumir al menos dos raciones de fruta todos los días.
Su función en el organismo es similar a la de las verduras y hortalizas, proporcionando valiosos nutrientes.
Su poder energético reside en los hidratos de carbono que contiene (azúcares de rápida absorción), pues el aporte proteico y graso es casi nulo.
La fibra es otro de sus beneficios, sobre todo cuando la ingerimos con piel, y ayuda al tránsito intestinal.
Sus propiedades antioxidantes nos protegen de la acción negativa de los radicales libres y ayudan a prevenir las enfermedades coronarias y la arteriosclerosis o envejecimiento prematuro.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
Todas las frutas tienen en común ciertas características generales:
Regulan el intestino
La mayoría tienen acción laxante y suavizan la mucosa intestinal.
Desintoxican el organismo
Su acción diurética facilita la eliminación de desechos y toxinas en la sangre.
Son antioxidantes
Por lo que previenen el envejecimiento prematuro y la arteriosclerosis, entre otras cosas.
Favorecen la salud cardiovascular
Son eficaces en la prevención de los accidentes cerebrovasculares (trombosis y embolia) y dolencias coronarias.
Previenen el cáncer
Muchas investigaciones demuestran que, a mayor consumo de fruta, menor riesgo de contraer cáncer.
DESDE EL ALBARICOQUE HASTA LA UVA
Albaricoque: Combate la obesidad y las náuseas. Los albaricoques convienen a las personas que necesitan un tratamiento al mismo tiempo tónico y depurativo. El albaricoque es alcalinizante y energético, facilita la regeneración celular y refuerza la resistencia del organismo. Son especialmente buenos para la piel y la vista. Además es rico en vitaminas A y C, contienen azúcares y potasio.
Caqui: Nutritivo y antidiarréico.
Cereza: Antiácida, combate indigestiones, anemia, gota y reumatismos. Además fortalecen la sangre, dan buen color y favorece la función renal. Ricas en azúcares contienen vitaminas A, C y calcio, potasio y magnesio. Tiene propiedades remineralizantes y antiinfecciosas.
Chirimoya: Muy nutritiva, su valor calórico es bastante elevado. Es una buena fuente de potasio y vitamina C. Es buena para el sistema nervioso y muscular, interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a la infecciones. Cumple la función antioxidante.
Ciruela: Estimula el hígado e intestino. Tiene propiedades laxantes y purificadoras. Reducen el nivel de colesterol en sangre. Excelente laxante natural.
Dátil: Aumenta el calor orgánico y la energía nerviosa. Muy nutritivo.
Durazno: Laxante, diurético y alcalino.
Frambuesa: Calma la excitación nerviosa y purifica la sangre.
Fresa: Refrescante, diurética, laxante y disolvente del ácido úrico. Las fresas además de su aroma y gusto exquisito tienen propiedades antigotosas y vermífugas. Las especies silvestres disuelven las concreciones articulares del ácido úrico. Quien cultive fresas y desee darles un sabor asilvestrado, que esparza agujas de pino alrededor de la planta.
Granada: Antidiárreica.
Higos y brevas: Tónicos, laxantes y purificadoras del pecho y pulmón.
Kiwis: Contiene 8 veces más vitamina C que el limón. Regulan el colesterol, tiene efectos anticancerígenos, aumentan las defensas del organismo, mejoran el sistema inmunológico y son antioxidantes y rejuvenecedores.
Limón: Desinflamante y purificador. (Bajan un poco la tensión). Es desintoxicante, astringente y desinflamante.
Manzana: Antiácida, activa el hígado y disuelve el ácido úrico. Se recomienda en afecciones del estómago, vejiga y riñones. Reduce el colesterol. Contienen fibra, calcio, magnesio, potasio, azúcares y vitaminas A, E y C. En los procesos diarreicos son muy beneficiosas tomándolas asadas o ralladas.
Melocotón: Es la fruta más importante para los que padecen cáncer. Entre sus múltiples propiedades terapéuticas destacan su acción laxante, diurética y depurativa, además tienen un efecto saciante.
Melón: Nutritivo y laxante. Se utiliza en casos especiales como emoliente, laxante y diurético. Está recomendado en nefritis y afecciones del hígado.
Naranja: Alcaliniza la sangre, activan el intestino y disuelve el ácido úrico. Es tónica, sedativa y purificadora. Se recomienda para las mujeres embarazadas. Su vitamina C es ideal para prevenir gripes, resfriados y retardo en cicatrización y del tejido óseo. También influyen en el sistema nervioso y sobre nuestro cerebro.
Níspero: Antiácido, laxante y anticatarral. Antidiarréico.
Plátano: Alimenticio y laxante.
Pera: Diurética, digestiva y purificadora de la sangre. Contiene fibra que combate el estreñimiento y controla el colesterol, evitando el riesgo en enfermedades cardiovasculares diabéticas.
Pomelo: Además de diurético es estomacal.
Sandía: Refrescante y diurética. Está recomendada en los infectados de blenorragia, gonorrea y sífilis.
Uva: Evita el estreñimiento y descongestiona el hígado. Previene el cáncer bucal. Tonifica el corazón, fluidifica la sangre y depura.
Ten presente que no se pueden mezclar todo tipo de frutas.
Sobre todo no comas juntas frutas dulces y frutas ácidas. Las populares ¿ensaladas de frutas? son mezclas incompatibles que pueden causar acidez y gases.