Hay tantas formas de cómo cocer langostinos como cocineros hay en España.
Cada uno tiene su “truquillo”, pero sinceramente,
pienso que lo principal es la materia prima, temperatura y tiempo de cocción.
Para preparar unos buenos langostinos cocidos lo más importante es la calidad de éstos.
Si bien lo mejor es que sean frescos, a no ser que estemos en zona costera
o tengamos una buena “cartera”, muchos optamos por los langostinos ultra congelados.
En el mercado hay infinidad de variedades y marcas,
entre las cuales encontraremos la que más nos convenga.
Una vez hayamos elegido los langostinos congelados,
lo mejor es dejarles descongelar en la parte más baja de la nevera, poco a poco.
En unas 24 o 30 horas se habrán descongelado
y podremos elaborarles bien a la plancha o bien cocidos, como en este caso.
Para ello pondremos a cocer abundante agua, con un poco de sal en una olla.
En este punto hay muchas versiones y variantes,
ya que muchos opinan que hay que cocer los langostinos o marisco con mucha sal,
otros sin en cambio opinan que echar sal en el agua
no sirve de nada debido a que el marisco no cogerá el punto de sal
en esta fase gracias a su caparazón y también por el poco tiempo de cocción.
También hay personas que les gustan “aromatizar” o “enriquecer”
la cocción añadiendo al agua hojas de Laurel o alguna que otra verdura tipo cebolla,
apio, zanahoria, entre otras. Pero esto es para gustos y opcionable.
Una vez tengamos el agua hirviendo en la olla,
incorporaremos los langostinos en su interior.
La cocción se detendrá por un breve espacio de tiempo.
Una vez comience de nuevo,
dejaremos cocer, durante dos minutos.
En este tiempo preparamos un bol grande en el que pondremos agua, hielo
y abundante sal (en torno a 2 partes de agua por una de sal),
para cortar el punto de cocción de los langostinos
y para que adquieran el punto de sal exacto.
Pasados los dos minutos, sacamos con una espumadera
(reservando el agua de la cocción para otra elaboración)
e introducimos inmediatamente los langostinos en el agua con hielo y sal.
Gracias al cambio brusco de la temperatura la carne del langostino se contraerá,
despegandose de la cáscara, y quedará mucho más tersa.
Dejaremos aquí hasta que se enfríen por completo (30-40 minutos).
Sacamos, escurrimos y colocamos en una fuente.
En este punto podemos presentarlos en la mesa
o bien guardarlos en la nevera, tapados con un paño de cocina limpio
y húmedo, hasta su posterior degustación.
Nota
Cuando tengo que cocer muchos langostinos suelo hacerlos de poco en pocos
y en la misma agua.
De esta forma obtengo al final un caldo de langostinos
que congelo para posteriormente utilizarlo en alguna receta de sopa de marisco,
arroces, o simplemente lo sirvo como caldo.